Ser Presidente del Gobierno, aunque sea en funciones como en este caso, conlleva, entre otros, tener una apretada agenda. Que se lo pregunten a Pedro Sánchez, que anda buscando como loco una fecha para concertar el debate electoral antes de las "reelecciones" del próximo 10 de noviembre.
No lo tiene del todo claro Sánchez que en ningún caso quiere un careo porque "puede desgastar esta cara tan bonita". Su secretaria, sin embargo, asegura que no quiere "careos porque le salen caros", algo que no ha sentado muy bien al político.
Ir a las Fiestas del Pilar, acudir a Extremadura a comer jamón y el cumpleaños de Pablo Iglesias son algunos de los inconvenientes a los que se enfrenta Sánchez, que ha decido dejar el debate para después de las elecciones.