Las violentas protestas que desde hace tres semanas sacuden Bangladesh han dejado más de 300 muertos, convirtiéndose así en el lapso de tiempo más convulso y sangriento en la historia de los movimientos civiles del país.
Los enfrentamientos entre los simpatizantes de la Liga Awami de la ya ex primera ministra Seij Hasina y las fuerzas de seguridad contra los movimientos estudiantiles y opositores en al menos una veintena de distritos han dejado al menos 93 muertos en las últimas horas, informa el diario 'The Daily Star'.
En la víspera, se registraron importantes episodios de violencia en ciudades como Daca, la capital, después de que simpatizantes de la Liga Awami salieran a las calles para enfrentarse contra los manifestantes antigubernamentales.
En Daca, al menos doce personas han muerto, mientras que en el distrito de Sirajganj se ha registrado la muerte de 18 personas, entre ellas trece policías.
En las últimas horas, los ataques han ido dirigidos también hacia las propiedades de la clase política dirigente. Al menos 70 de estas habrían sido blanco de los manifestantes, entre ellas un hotel de lujo del secretario general de la Liga Awami, Shahin Chakladar, en Jashore, que ha dejado cerca de veinte muertos.
La cifra de fallecidos previsiblemente podría aumentar en las próximas horas debido al importante número de heridos graves y a la posibilidad de que durante la nueva marcha convocada este por los movimientos estudiantiles se produzcan enfrentamientos con afines a Hasina, en India desde este lunes tras dimitir.
Este martes, el ministro de Asuntos Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, ha explicado que Hasina solicitó "con muy poca antelación" autorización para poder entrar en el país, si bien no ha detallado cuánto tiempo permanecerá.
"Con muy poca antelación solicitó autorización para viajar temporalmente a India", ha contado Jaishankar en el Senado, en la que es la primera reacción oficial del Gobierno de Narendra Moni a la crisis política que sacude Bangladesh.
Así, ha detallado que Hasina aterrizó en Nueva Delhi este lunes, poco después de reunirse ese mismo día en Daca con representantes de las fuerzas de seguridad, tras lo cual decidió presentar su dimisión.
Jaishankar ha expresado que el Gobierno sigue con preocupación la situación de los miles de indios que residen en Bangladesh, entre ellos unos 9.000 estudiantes, si bien "la gran mayoría" han logrado regresar a India, ha destacado.