Caía en hora punta, en vísperas del desfile del 12 de octubre. Afortunadamente no pasaba en ese momento nadie y se ha evitado una tragedia.
El pino estaba estos últimos días muy torcido, pero nadie imaginaba que podía caerse en cualquier momento.
Las grandes dimensiones del tronco y de su ramaje obligaban a los bomberos a trabajar duro. El servicio especializado de evaluación y revisión del arbolado del ayuntamiento ya estaba haciendo un seguimiento riguroso de su grado de inclinación y de su estabilidad.
Según los expertos las raíces de los arboles en la ciudad a veces se encuentran con obstáculos subterráneos como arquetas o conducciones que impiden su desarrollo.
El ayuntamiento de Madrid gestiona la conservación de 2 millones de arboles en nuestra ciudad, con especial atención a los que por su dimensión, edad, ubicación y tamaño requieren comprobaciones adicionales. Este era el caso del árbol caído y de la mayoría de los ubicados en el eje Prado-Recoletos-Castellana.