Retratista, activista, documentalista o pionera de la fotografía científica, Berenice Abbott desarrolló muchas facetas en su vida, todas ellas con la mirada única de una mujer rebelde que rompió todos los moldes y normas de su tiempo, y que ahora se resumen en su primera gran retrospectiva en España.
'Berenice Abbott. Retratos de la modernidad', organizado por la Fundación Mapfre y una de las exposiciones más importantes de la sección oficial de PHotoESPAÑA, recorre la compleja trayectoria de la fotógrafa estadounidense a través de casi de doscientas imágenes originales.
"No solo fue una gran fotógrafa, fue una de las grandes artistas del siglo XX", resume este jueves, la catedrática Estrella de Diego, comisaria de la muestra sobre Abbott (1898-1991), que permanecerá abierta desde el 1 de junio hasta el 25 de agosto.
Su faceta más conocida son sus "apoteósicas" capturas de la ciudad de Nueva York y sus retratos de la bohemia del París de las primeras décadas del siglo XX, pero la muestra guarda "sorpresas" como su pioneras imágenes de experimentos científicos, materiales y elementos de laboratorio.
En la Gran Manzana, retrató los grandiosos edificios con perspectiva imposible, las calles repletas de transeúntes, sus tiendas y sus luces de noche, que reuniría en el proyecto 'Changing New York'.
En París, donde se inició en el oficio de la fotografía como asistente de Man Ray, retrató a Jean Cocteau, Peggy Guggenheim, James Joyce y otros personajes del círculo de artistas que frecuentaba.
De Diego ha incluido algunas imágenes de Eugène Atget, al que consideraba su "maestro" y que tanto influyó en su trabajo. Quedó tan impresionada por la obra del artista francés, a medio camino entre el documental y el surrealismo, que compró su archivo cuando éste falleció y dedicó parte de su vida a impulsar su legado.