La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha defendido, este jueves, la labor de su departamento durante la crisis de listeria, pero ha criticado la calidad de la información que la Junta de Andalucía que, según ha indicado, fue "mejorando" a lo largo de la crisis, "coincidiendo", además, con la remisión de la misma.
Durante su intervención en el Congreso, para explicar la actuación de su departamento en este caso, la responsable de Sanidad ha indicado que el intercambio de comunicación con el Gobierno andaluz fue "numeroso" y que desde Sevilla facilitaron datos sobre muestras, productos analizados, cantidades retiradas, localización del producto y casos sospechosos y confirmados, entre otros.
Sin embargo, ha indicado que se solicitó la aclaración, "varias veces", sobre algunos de estos datos. "En particular sobre las cantidades retiradas, la localización y custodia de las mismas y el destino final del producto", ha apuntado. Además, el ministerio pidió una "descripción más precisa" de los casos para "una gestión óptima del brote".
Competencia autonómica desde 1985
"Lo cierto es que la calidad y oportunidad de la información que la Junta ha ido remitiendo a la red de alertas ha mejorado a lo largo de la crisis. La mejora de la información se ha producido coincidiendo con la remisión del brote", ha reconocido Carcedo, que fecha esta mejora de la crisis en el 23 de agosto.
Del mismo modo, la ministra ha recordado que las competencias sobre seguridad alimentaria están transferidas a las comunidades autónomas desde 1985 y son ellas quienes tienen la "autoridad para evaluar y dar el visto bueno" al sistema de autocontrol de las empresas y establecimientos alimentarios. El Ministerio de Sanidad, según ha apuntado, sólo tendría un papel de "coordinación" cuando la incidencias "superen el ámbito" de una región. De ahí que haya señalado que su departamento "ha cumplido y está cumpliendo su labor" en esta situación a pesar de que, según ha indicado, hay que analizar "cualquier posibilidad de mejora".
Alto nivel en el número de inspecciones
Aún así, ha calificado de "alto nivel" el número de inspecciones realizadas en el país en esta materia. En concreto, ha explicado que el año pasado se realizaron 113.500 análisis sobre productos alimenticios y 177.229 controles de etiquetado e información al consumidos en productos a la venta. El promedio de porcentaje de incumplimiento de los programas de información al consumidor y etiquetado fue, según Carcedo, del 10,5%, un dato que está en "la media de la UE".
Críticas de la oposición
La oposición también ha criticado esta falta de coordinación entre administraciones, así como la falta de inspecciones y controles en la empresa Magrudis. Cruce de acusaciones en torno a un procedimiento que la Fiscalía ya ha trasladado a los juzgados.