La fábrica CLESA podría ser rehabilitada a costa de sufrir grandes modificaciones en su interior, que destruirían los valores de esta pieza única del patrimonio industrial. Por ello, casi 40 entidades y 700 personas a título particular piden la protección de la antigua fábrica como Bien de Interés Cultural (BIC), ha informado la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) en un comunicado.
La fábrica lleva diez años en situación de abandono y el Ayuntamiento quiere construir un Centro de Investigación e Innovación, cuyo coste serían 30 millones de euros. El proyecto comenzaría el año que viene y se inauguraría en 2024. Sin embargo, los vecinos quieren un Centro Social y Cultural
Ha sido la Plataforma Liebre por Gato-Salvar CLESA para la Ciudadanía, encabezada por la FRAVM, la que ha presentado en el registro de la Comunidad de Madrid la incoación de un expediente para la declaración de BIC en la categoría de monumento. La entidad considera que se encuentran ante una situación de “amenaza contra el patrimonio arquitectónico, un uso especulativo de un inmueble público y una pérdida de un equipamiento para la ciudadanía”.
El responsable de Urbanismo de la FRAVM, Vicente Pérez, ha declarado que es "muy importante salvar este edificio para equipamientos para los barrios de alrededor, barrios que tienen enormes déficits dotacionales".
El interés cultural de la fábrica CLESA ha sido reconociDo por instituciones como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, La Fundación DOCOMOMO, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, la Fundación Arquia o la Fundación Arquitectura Contemporánea, según informa la plataforma.
Además, este edificio construido entre 1957 y 1961, posee de manera ejemplar las seis claves para ser considerada de especial interés, entre las que se encuentran la responsabilidad social y compromiso con el oficio, la integración con el lugar o la creación de ambientes para el bienestar de las personas.
La entidad ha recogido el apoyo de un total de 36 entidades, entre las que se encuentran asociaciones vecinales, culturales y ecologistas, y 684 solicitudes a título particular para pedir la protección de la antigua sede de Clesa. "Gracias a la calificación como Bien de Interés Cultural se evitaría la destrucción o malversación de la estructura de este emblemático edificio", han expuesto.