Un mes. Es el plazo que da el Gobierno al ejecutivo murciano para retirar el veto parental. Lo anuncia la ministra de Educación, Isabel Celaá, quien dice que espera que el restauren "la legalidad".
Y la nueva delegada contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, plantea la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución si continúa la desobediencia del Gobierno de López Miras. La propuesta es polémica hasta en el nombre.
Los socialistas hablan de veto parental. Arremeten contra la educación pública, dice la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, quien manifiesta que "la ultraderecha lo que ha hecho es agredirla".
Iglesias: "Desobediencia de la derecha"
En la misma línea, va Pablo Iglesias, que en redes sociales dice que la ofensiva del bloque reaccionario con el que llama "Pin Abascal" "no busca sólo normalizar la desobediencia frente a la ley, (mañana será el Pin fiscal para que los ricos no paguen impuestos) sino que es un ataque contra la educación pública y las familias que la necesitan".
PP: "Cortina de humo de Sánchez"
Pero desde el PP sostienen que es una "cortina de humo" del Gobierno de Pedro Sánchez para tapar otra polémicas, como el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado, y pugnan con Vox por la autoría de lo que denominan pin parental. Dice Pablo Casado que el PP ya lo puso en marcha hace quince años en Madrid.
Y el líder de Vox, Santiago Abascal, responde que comprende lo que califica de "lios del PP" por discrepancias en la propia formación popular, pero que "los juegos eróticos de los niños de 0 a 6 años está lejos de la educación y al lado de la corrupción de menores.
Mientras Ciudadanos, que apoyó la medida en Murcia, dice que ni las trincheras que están intentando cavar el PSOE y Vox son las adecuadas para mirar hacia el futuro, reitera su rechazo.