China lucha contra el coronavirus también en los medios de comunicación. Cerrojazo y marcha atrás en la libertad para informar de los casos, tras el descontento de la población por la gestión de la crisis. El máximo organismo del Partido Comunista se ha reunido por segunda vez en ocho días, cuando apenas lo ha hecho en los últimos cinco años. Y el presidente Xi Jinping, frecuente en los medios, lleva días sin aparecer.
El médico que alertó de los primeros contagios y reprimido por las autoridades por difundirlos está ahora enfermo, contagiado al tratar -sin saberlo- a un paciente con coronavirus.
El Comité Nacional de Salud habla ya 24.324 contagiados, de los cuales 3.219 en estado grave y han muerto ya 490 personas y otras 892 habrían sanado y fueron dadas de alta.
Se ha detectado, además, el primer caso de transmisión entre una madre y el feto, que ha nacido infectado con coronavirus en un hospital de Pekín.
En ese contexto, China toma medidas excepcionales. Convertirá hoteles, centros culturales y deportivos en hospitales y construirá algunos nuevos. Hong Kong ha inmovilizado un crucero, tras detectar tres casos a bordo. Otro barco en Japón, también en cuarentena con otros diez casos.
Eventos deportivos
La preocupación se extiende al deporte. Se ha cancelado el premio de Fórmula 1 en Sanghai, previsto para el 1 de abril.
“Estoy seriamente preocupado por su incidencia en las Olimpiadas de Tokio”, ha dicho el responsable de la organización del evento.
Las esperanzas están puestas en la comunidad científica internacional que busca, a marchas forzadas, soluciones.