Aún hay que mantener la fe en el ser humano y de que todavía quedan buenas personas en este mundo.
Todo empezó hace unos días, cuando Ana, una empresaria granadina, estuvo en Madrid con motivo de la celebración de la Feria Internacional de Turismo.
De vuelta a su tierra se dio cuenta al bajarse de un tren de cercanías que había perdido el bolso.
A las pocas horas recibió una llamada de la Policía Nacional informándola de que una buena 'samaritana' había entregado su bolso con la documentación al completo y los cerca de 2.000 euros en efectivo que tenía en su interior.
Ana es una empresaria de Loja que, junto con su marido, fueron pioneros en la distribución de productos congelados por la provincia de Granada. Ahora, quiere encontrar a la autora de semejante gesto de honradez para "agradecérselo en persona".