Entre decenas de agentes fuertemente armados. Así ha llegado Igor el Ruso a la Audiencia de Teruel. Se le juzga desde este lunes por el asesinato de dos guardias civiles y un ganadero en el pueblo de Andorra, Teruel. En el traslado atacó a los funcionarios de prisiones con una baldosa que utilizó a modo de cuchillo.
Este lunes se constituirá el jurado y por la tarde tendrá lugar la declaración del acusado y las alegaciones previas de las partes, mientras que el martes y el miércoles declararán los testigos y los días 15 y 16 los peritos, entre ellos los forenses, agentes de criminalística, balística y del Instituto Nacional de Toxicología.
Los hechos que se van a juzgar, según se señala en el auto, pueden ser constitutivos de tres delitos de asesinato con alevosía, tres de robo con violencia, dos de atentado, uno de pertenencia a organización criminal, y uno de tenencia ilícita de armas.
Los hechos se produjeron cuando el ganadero José Luis Iranzo, de 40 años, acudió a una explotación agrícola en el paraje de 'El Saso', propiedad de la familia, para recoger a su padre, y, al entrar en la vivienda, Norbert Feher le disparó, presuntamente, con una pistola y le causó la muerte.
El padre de la víctima avisó a la Guardia Civil al oír los disparos, y a su llegada a la zona, los dos agentes desplazados fueron sorprendidos por el encausado, quien, supuestamente, les disparó varias veces por la espalda, de forma indiscriminada y con una pistola en cada mano, provocándoles la muerte.
El Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares en nombre los familiares de las víctimas solicitan que se le imponga al acusado prisión permanente revisable. La defensa, por su parte, alega que su patrocinado actuó en legítima defensa, desde la creencia de que iba a ser atacado.