Conectarnos a una red Wifi abierta puede suponer un peligro porque los ciberdelincuentes aprovechan la falta de seguridad de estas redes para robarnos nuestros datos y nuestras claves, y con ello nuestra intimidad y nuestro dinero.
En el verano, por ejemplo, pasamos más tiempo fuera de casa por lo que es frecuente que nos conectemos a alguna red Wifi pública, y, aunque hay quien no se fía de estas redes, la mayoría aprovechamos el servicio.
Hoy en día tenemos datos bancarios, datos personales e incluso pagamos con el teléfono móvil, por lo que si alguien accede a nuestro terminal podríamos estar en grave peligro.
Para evitar males mayores la policía recomienda evitar descargar aplicaciones en redes abiertas y aconseja tener activado el GPS solo cuando sea estrictamente necesario.