Arrecian las críticas dentro y fuera del Reino Unido por la última argucia de Boris Johnson, al suspender la actividad del Parlamento. Carrera contra el reloj de la oposición para evitar el brexit duro.
"Dentener el golpe", corean los manifestantes en las calles ante la petición de Johnson y concesión de la Reina para la suspensión de la actividad parlamentaria hasta el 14 de octubre.
Miles de personas marcharon anoche durante horas por las inmediaciones del Parlamento británico como protesta por la decisión anunciada este miércoles por el líder tory de congelar las sesiones parlamentarias desde mediados de septiembre hasta el 14 de octubre.
Más de un millón de ciudadanos del Reino Unido han firmado ya una petición popular para instar al primer ministro, Boris Johnson, a no suspender durante cinco semanas el parlamento, una decisión que ha convulsionado a todos los partidos. La solicitud online pronto alcanzó las 100.000 firmas necesarias para que deba ser sometida a debate en la Cámara de los Comunes. En ella se indica que el Parlamento "no debe ser prorrogado (suspendido) o disuelto a menos y hasta que el Artículo 50 haya sido suficientemente extendido o se cancele la intención del Reino Unido de abandonar la UE".
En los despachos, las opciones para los contrarios a Johnson son dos: Cambiar el Gobierno o escurrir la ley.
No se impugnaría la decisión de Isabel II de detener las Cámaras, sino que se denunciaría en los Tribunales la petición del Gobierno a la monarca. La base jurídica sería la mala fe mostrada al clausurar el Parlamento para saltarse su soberanía.
Otras opción sería la moción de censura, una idea recuperada por el lider laborista, Jeremy Corbyn, que inicia una ronda de contactos en busca de una vía que impida un brexit duro y el consecuente caos económico.
El portavoz de Economía del Partido Laborista británico, John McDonnell, aseguró este jueves que su formación no permitirá al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, "comportarse como un dictador".
Desde la presidencia de turno de la UE se pide a Londres garantizar la base democrática en el "brexit". Así lo hacía el ministro de Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, cuyo país preside este semestre el Consejo de la Unión Europea. "Se tomen las decisiones que se tomen, es muy importante garantizar una base democrática y una base de la mayoría", indicó Haavisto ante la prensa tras participar en una conferencia sobre desinformación en los márgenes de una reunión informal de ministros de Defensa y Exteriores comunitarios.