6 de cada 10 estudiantes compaginan las clases con el trabajo para poder pagar el alquiler en ciudades como Madrid, donde la alta demanda de piso y los altos precios complican la situación de los jóvenes que se ven obligado a compartir piso con otros compañeros para afrontar los gastos.
Entre las opciones de empleo para los jóvenes, la hostelería, las clases particulares o atender en un comercio son las más populares.
Los estudiantes, resignados, asumen están responsabilidad cuadrando horarios y preocupados por no poder centrarse debidamente en sus estudios.