Todos apelan a la discreción y a la prudencia. Los socialistas negocian, sin aclarar a cambio de qué, con todos los grupos nacionalistas e independentistas para intentar hacerse con la mesa del Congreso: su órgano de control.
Unas negociaciones que el PP censura. Los populares piden al PSOE que asuma de una vez ha perdido las elecciones, y que se dé vía libre a un gobierno de estabilidad.
De este modo, el PP sigue apostando por un gobierno en solitario de Alberto Núñez Feijóo.
La vicesecretaria de Políticas Sociales del PP, Carmen Fúnez, ha avanzado que "no está sobre la mesa" la posibilidad de que el PP negocie con Junts una posible investidura de Alberto Núñez Feijóo como presidente del Gobierno. Además ha asegurado que los populares tienen "muy claro" que Feijóo es "un presidente de principios; no es Pedro Sánchez y no va a defraudar nunca a los principios constitucionales ni a sus electores".
Y ha agregado que trabajan en la línea de lograr la estabilidad en el Congreso de los Diputados, algo que aporta "el partido que gana las elecciones", es decir, el PP, el "ganador" y al que separan "cincuenta escaños del segundo", el PSOE.
Unas cuentas que salen de sumar los 137 escaños populares a los 33 de Vox y al parlamentario de UPN, frente a los 121 de los socialistas.
Por su parte, ERC se muestra proclive al acuerdo con el PSOE. Quieren ir de la mano de Junts, pero Puigdemont no da señales de acercamiento. Es más su entorno afirma que quiere que Sánchez pague muy caro, su apoyo.
Tres de cada cuatro diputados han entregado ya sus credenciales en el Congreso. Este viernes han pasado por la Cámara Baja, entre otros, el socialista Óscar López, Borja Sémper e Ione Belarra. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo lo hará de manera presencial la próxima semana. Los diputados tienen de plazo hasta el día 16.