La Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Agua de Sevilla, Emasesa, ha acordado declarar el 3 de octubre la alerta por sequía, lo que no implica cortes de suministro sino un ahorro adicional y la prohibición del consumo de agua potable de la red no acordes con la situación actual de los embalses.
Actualmente, los embalses de Emasesa están al 42 % de su capacidad, lo que equivale a 269,44 hectómetros cúbicos (en 2018 eran 641) y el Plan de Emergencia ante Situaciones de Sequía de Emasesa establece que el umbral de alerta se encuentra en los 268 hectómetros cúbicos.
La activación del estado de alerta por sequía se formalizará a través de un bando municipal a partir del próximo 3 de octubre, cuando, a tenor de las predicciones meteorológicas, se prevé que las reservas de agua en los embalses estén por debajo del umbral de los 268 hm3.
El presente año hidrológico, que se cierra el 30 de septiembre, está siendo el peor de la última década y, si se suma el déficit hídrico de 115 hm³ del año 2020-21 y los 175 hm³ del periodo 2019-20, en el acumulado de los tres últimos años, el sistema ha recibido las mismas aportaciones que en la sequía del periodo 1991-95.
La fase de alerta implica la publicación de bandos municipales en los respectivos ayuntamientos en los que se insta a todos los ciudadanos, organismos, empresas y demás colectivos sociales a un uso racional, responsable y solidario.
Esta fase, llamada ‘Objetivo 90’, supone la activación de la ordenanza municipal reguladora de las medidas excepcionales aplicables al abastecimiento domiciliario de agua potable como consecuencia de la sequía, que recoge la supresión de los consumos de uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial, además de definir las posibles sanciones en caso de incumplimiento.
Las prohibiciones entrarán en vigor cuando se publiquen los bandos en la primera semana de octubre. “Pasamos de las recomendaciones al momento de las prohibiciones de consumos innecesarios y que pueden repercutir en las reservas de agua necesarios para el abastecimiento y empezaremos todos los ayuntamientos a penalizar usos inadecuados del agua potable no acordes con nuestra situación actual de las reservas”, ha remarcado el presidente de Emasesa y alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz.
Desde la declaración de prealerta en marzo pasado, el consumo se ha reducido un tres por ciento, y la alerta implica un cinco por ciento acumulado (en el Estado de Prealerta se marca el objetivo de un dos por ciento y en Estado de Alerta, un cinco por ciento).
Se prohíbe el uso de agua potable (no se incluye el agua de pozo) en los siguientes supuestos: Riego de jardines, praderas, árboles, zonas verdes y deportivas, de carácter público y privado, riego o baldeo de viales, calles, sendas y aceras, de carácter público y privado y llenado de piscinas, estanques y fuentes, privadas o públicas, que no tengan en funcionamiento un sistema de recuperación o circuito cerrado.
También fuentes para consumo humano que no dispongan de elementos automáticos de cierre, lavado con manguera de toda clase de vehículos, salvo si la limpieza la efectúa empresa dedicada a esta actividad e instalaciones de refrigeración y acondicionamiento que no tengan sistema de recuperación o circuito cerrado.
Las actuales reservas equivalen a un año y medio de suministro incluso en el peor de los escenarios, si bien los meses de otoño y primavera suelen registrar precipitaciones que podrían mejorar las perspectivas y alargar las reservas, según el ayuntamiento