Los escolares de la isla de La Palma han vuelto a quedarse en casa. La cantidad de ceniza acumulada y los altos niveles de dióxido de azufre que se registran hacen que el aire sea perjudicial para la salud en las poblaciones más próximas al volcán. Es la razón por la que en El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte se mantienen en la alerta y se recomienda no salir de casa.
Los equipos trabajan a contrarreloj retirando ceniza de tejados y carreteras porque si llega la lluvia, la situación se complicaría aún más. La mayoría de las compañías aéreas han cancelado, por seguridad, todos los vuelos previstos en La Palma aunque el aeropuerto sí está operativo.
Los drones de la Unidad Militar de Emergencias graban nuevas coladas. Aumentan los ríos de lava que se cruzan y siguen fluyendo buscando una salida, ladera abajo, hacia el mar o los puntos más bajos de la isla.
La actividad del volcán no tiene visos de detenerse, la sismicidad sigue siendo muy activa. Esta mañana se registraban varios terremotos, uno de ellos de magnitud cinco, que se ha sentido en toda La Palma y en varias islas más del archipiélago.