Uno de los heridos en el atentado de Estrasburgo del pasado martes ha fallecido, lo que sitúa el balance provisional en tres muertos, informó la Prefectura (delegación del Gobierno). Además, cinco personas siguen en estado grave y otras ocho con heridas más leves, agregó la Prefectura en un comunicado.
Según diversos medios, el fallecido es el herido que se encontraba en estado de muerte cerebral.
En total, según aseguró el miércoles la ministra de Santidad, Agnes Buzyn, 16 personas fueron heridas por Chérif Chekatt en las calles del centro de la capital alsaciana, donde se desarrolla un secular mercado navideño.
El sospechoso, que resultó herido en un brazo por una patrulla militar, logró escapar a la policía, que mantiene una intensa operación de búsqueda por segundo día consecutivo, en las calles de Estrasburgo, aunque su búsqueda no se centra solo en Francia, e incluye también Alemania y Suiza.
A la caza del terrotista
Chérif Chekatt, de 29 años, es el hombre más buscado de Francia desde que la policía perdió su rastro en el barrio de Neudorf, donde residía al igual que su familia, que sigue arrestada y está siendo interrogada por la policía. En concreto se sospecha de uno de sus hermanos, cercano al movimiento salafista de Estrasburgo y a quien pudo pedir ayuda para escapar de los agentes tras el ataque en el centro de la capital alsaciana.
Fichado por su radicalismo, que los investigadores creen que se afianzó en su última estancia en prisión a finales de 2015, el sospechoso es un delincuente común, condenado 27 veces por robos o actos violentos.
Hasta 720 miembros de las fuerzas de seguridad tratan de encontrar al presunto terrorista, que intercambió disparos con su arma automática con agentes antes de que se perdiera su rastro y que, según los testimonios, resultó herido en un brazo.
Estrasburgo está situada a orillas del Rin, que sirve de frontera con Alemania, un país que Chekatt frecuentaba mucho y donde ya fue condenado y cumplió penas de prisión, por lo que la búsqueda también se centra en ese país, al igual que en Suiza, donde el sospechoso también estuvo en la cárcel. Por ello, los controles en la frontera se han reforzado con ambos países y la policía francesa ha pedido la ayuda ciudadana para encontrar al fugitivo.