Tras el anuncio de anticipo de las elecciones generales, Pedro Sánchez se ha desplazado hasta la sede socialista de Ferraz para presidir el Comité Ejecutivo del PSOE para el que finalmente no hay rueda de prensa.
La decisión de adelantar las elecciones generales al 23 de julio, ha cogido por sorpresa a buena parte de lo suyos.
Aunque aún no ha anunicado que se presentará a la reelección, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no tendrá que someterse a unas primarias internas en el partido para encabezar la candidatura a las elecciones generales, salvo que lo pida el 30% de la militancia o así lo decida la “mayoría” del Comité Federal.
Así consta en el Reglamento que desarrolla los estatutos del PSOE, que recoge la excepción de que el presidente del Gobierno se someta al escrutinio de las primarias para ser candidato a la reelección salvo que lo pida el máximo órgano del PSOE entre congresos, “la mayoría de sus miembros o más del 30% de la militancia y la afiliación directa”.
La decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de adelantar las elecciones generales al 23 de julio ha obligado a suspender todas las actividades parlamentarias previstas en el Congreso desde este martes, cuando se hará efectiva la disolución de la Cámara.
Además, paraliza la tramitación de todas las iniciativas en marcha, con lo que se van a quedar sin aprobar más de 60 leyes, 25 de ellas procedentes de decretos-ley que ya están en vigor, otras ocho aprobadas por el Gobierno y alrededor de una treintena impulsadas por los grupos parlamentarios.
Una vez se publique el decreto de disolución, sólo quedará en funcionamiento la Diputación Permanente del Congreso, pero no así el Pleno de la Cámara, que ya no podrá reunirse hasta la sesión constitutiva de la próxima legislatura, prevista para mediados de agosto. De entrada, ya se han suspendido oficialmente las reuniones de la Mesa y la Junta de Portavoces que estaban convocadas para este martes.