Juan Guaidó pide hoy a sus socios del Grupo de Lima ayuda para derrocar a Maduro. No descarta ya el uso de la fuerza, aunque algunos de esos aliados no apoyan una intervención militar, entre ellos España.
Tensión en las fronteras de Venezuela. Algunas fuentes hablan de hasta 25 víctimas mortales en los disturbios de este fin de semana, aunque las cifras de víctimas no están claras.
La oposición asegura que se ha conseguido introducir en Venezuela 50 toneladas de ayuda humanitaria, pese al bloqueo. Chavistas y oposición se acusan de la quema de camiones.
Este lunes se reúne de urgencia en Colombia el llamado Grupo de Lima, formado por una docena de países latinoamericanos, con Guaidó presente.
Entre los asistentes a la reunión se encuentra el vicepresidente de Estados Unidos, Mikel Pence y representantes de una docena de países americanos que buscan una salida de la crisis. "Los días de Maduro están contados", aseguraba ayer Mike Pence que recordó que "todas las opciones están sobre la mesa" para restaurar la democracia en Venezuela.
Las discusiones pueden propiciar un llamamiento a una intervención militar.
La Unión Europea y el Gobierno español, no la respaldarían. Josep Borrell, ministro español de Asuntos Exteriores, aseguraba que "no todas las posiciones están sobre la mesa. Hemos advertido claramente que no apoyaríamos y condenaríamos firmemente cualquier intervención militar extranjera, que esperamos que no se produzca", dijo Borrell.
La Comisión Europea (CE) insistió este lunes en que "hay que evitar" una intervención militar en Venezuela, después de que el presidente de la Asamblea Nacional e interino del país, Juan Guaidó, se haya mostrado a favor de mantener "todas las opciones abiertas".
El futuro de Maduro sigue pendiente de la posición del Ejército, mientras centenares de venezolanos han quedado a la deriva en Cúcuta tras el cierre de la frontera entre Venezuela y Colombia el sábado.