Italia ha prohibido la producción y venta de carne cultivada en laboratorios a partir de células madre de los animales.
Es el primer país de Europa en promulgar una ley sobre este tema. Y lo hace, ha dicho el gobierno de Meloni, para salvaguardar el patrimonio y la cultura de su país.
La ingeniería de tejidos es lo que permite cultivar carne en un laboratorio a partir de las células madre de un animal.
A través de una biopsia, se aíslan las células musculares que es donde se genera la proteína. Y se favorece la formación de un tejido similar al que tiene el animal vivo.
El Parlamento italiano ha prohibido la producción y venta de este tipo de alimentos sintéticos argumentado que podrían ocasionar desigualdades a nivel nutricional, y que así se salvaguarda el patrimonio y la cultura agroalimentaria del país.
La medida no está exenta de polémica. Sus detractores argumentan que hay dudas sobre su encaje en la legislación europea. Que la carne cultivada es más respetuosa con el medio ambiente que la ganadería tradicional y que no existen conclusiones científicas que desdeñen su aporte nutricional.
España cuenta en San Sebastián con una de las mayores fábricas europeas de carne in vitro. En la actualidad, su comercialización está permitida en Estados Unidos, Israel y Singapur.