Hasta 10 testigos de las defensas han relatado este martes, en el juicio del procés, las escenas de violencia que vivieron en los colegios electorales el 1 de octubre de 2017. La mayoría activistas, algunos incluso con el lazo amarillo en la solapa, reconocen que sabían que el referéndum era ilegal, pero que estaban allí para defender su derecho a votar.
Ciudadanos catalanes que participaron en el referéndum del 1-O han relatado este martes al tribunal cómo a lo largo de la jornada fueron ellos mismos los que se organizaron para llevar a cabo la votación y tratar de impedir la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil cuando se personaron en los centros con el objetivo de cumplir la orden judicial de clausurar los locales e incautar el material electoral.
Testigos de la defensa
Todos los votantes han sido citados en calidad de testigos por la defensa de los exconsejeros Jordi Turull y Josep Rull y del expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez, que ha incidido en los incidentes violentos con policías y guardias civiles, si bien la Fiscalía y la Abogacía del Estado han centrado sus preguntas en la condición de ilegal de la consulta.
Así, la mayoría de los testigos que han pasado esta mañana por el Salón de Plenos del Tribunal Supremo han admitido que sabían que el Tribunal Constitucional había suspendido el referéndum y que la Policía y la Guardia Civil tenían órdenes de impedir la votación, pero han matizado que acudieron ese día a los centros electorales porque consideran que "votar no es delito".