Barcelona comenzará a recibir los barcos cargados de agua en las desaladoras valencianas. La capital catalana vive su peor sequía.
Ahora, recuerdan el conflicto por el agua que se remonta a los tiempos del Plan Hidrológico Nacional con el que el PP intentó trasvasar agua de manera solidaria entre unas comunidades y otras.
Un plan que tumbó el gobierno de Zapatero al llegar al poder. En aquellos años, Pascual Maragall, por entonces presidente socialista de la Generalitat catalana, se opuso radicalmente a enviar agua de Cataluña a otros lugares.
Ahora la situación es al revés, Cataluña necesita agua y pide la solidaridad del resto de España.