Los bancos de alimentos lanzan una voz de alarma. Aseguran que las reservas de sus despensas se han reducido a la mitad en lo que llevamos de año mientras que no deja de crecer el numero de personas que necesitan ayuda.
La inflación ha provocado que muchas familias no tengan dinero para hacer la compra y vuelvan a acudir a las colas del hambre.
En estas filas, mayoritariamente formadas por mujeres, cuentan como los ingresos son cero o prácticamente incapaces de hacer frente a todas las necesidades familiares. No les queda otra que acudir a dispositivos como el de la Fundación Madrina para poder comer.
Solo hasta junio los bancos de alimentos han repartido casi tanta comida como en todo 2021. El año pasado atendieron a más de un millón 300.000 personas, y este año calculan que serán más.
Antonio Díaz, del Banco de Alimentos de Madrid reconoce que hay más necesitados y menos recursos, algunos almacenes están a la mitad de su capacidad.
Por eso preparan ya la campaña de la Gran Recogida que celebrarán en noviembre y buscan 10.500 voluntarios para recaudar más de 3.000 toneladas de alimentos.