Los automóviles nuevos se han convertido casi en un objeto de lujo. Son hoy mucho más caros que hace cinco años, en concreto un 35% más.
Dentro de ellos han subido mucho más los coches de combustión que los coches híbridos o eléctricos.
Entre otros factores que están detrás de este incremento se encuentran las penalizaciones por emisiones de CO2, el mayor nivel de equipamiento pueden estar detrás de esa subida asi como los costes de energía y transporte o la subida del impuesto de matriculación.
También ha influido la escasez de microchips que hace que se fabriquen menos vehículos y haya que esperar mucho más por un coche nuevo.
No es algo que solo se comente en la calle, sino que hay informes que lo confirman como el elaborado por la OCU que además recomienda siempre comparar y acudir a los vehículos en stock, que salen un 20 % más baratos, y optar también por coches híbridos o eléctricos.