La competitividad media de las comunidades autónomas cayó un 2,3% en 2020 respecto al año anterior a causa de la crisis provocada por la Covid-19 especialmente en los ejes relativos al entorno económico y a la eficiencia empresarial, según el Consejo General de Economistas de España.
Así se desprende del ‘Informe de la Competitividad Regional en España 2021’, editado por el Consejo General de Economistas de España y presentado este martes por el presidente del organismo, Valentín Pich, y el director técnico del informe, José Carlos Sánchez de la Vega.
En el ranking, ordenado según el Índice de Competitividad Regional (Icreg), los primeros lugares los vuelven a ocupar la Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco, mientras que en un segundo nivel se encuentran Cataluña y La Rioja.
Por el lado contrario, se encuentran Andalucía, Canarias, Islas Baleares, Castilla-La Mancha y Murcia, a las que se une Comunidad Valenciana, que es la única región junto a Galicia que pierde posiciones respecto a 2019.
No obstante, la mayor caída del Icreg se produce en Canarias y Baleares y el incremento más elevado lo registran en Castilla-La Mancha, Asturias, Castilla y León y Extremadura.
Atendiendo a los resultados obtenidos, Sánchez de la Vega resaltó que la cifra del Icreg es la segunda mayor de la serie, solo superada por la de 2019. No obstante, indicó que la caída de la competitividad en las comunidades autónomas está “en sintonía con las fuertes disminuciones del PIB, lo que demuestra el perfil claramente procíclico del Icreg, si bien su caída no se produce de manera tan pronunciada, dado su carácter más estructural”.
RECUPERACIÓN
En el informe también se establecen tres grupos con diferente exposición al riesgo de cara a la recuperación económica. En el de mayor riesgo se encuentran Canarias, Extremadura, Andalucía e Islas Baleares.
En el segundo nivel, de exposición media, se incluyen, por este orden, Murcia, Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Por último, las regiones que están en mejor disposición para alcanzar una recuperación sólida serían Aragón, Asturias, Cantabria, La Rioja, Cataluña, Navarra, País Vasco y Comunidad de Madrid.
A este respecto Sánchez de la Vega señaló que “la diferente situación de partida de las regiones españolas puede dificultar la consecución de los objetivos perseguidos y entraña riesgos en el proceso de recuperación.
Así, los bajos niveles de productividad, los déficits de capital humano, la desigualdad social o la insuficiente digitalización pueden lastrar la recuperación de determinados territorios y dificultar la consecución de los objetivos perseguidos”.
COMPETITIVIDAD FISCAL
En la presentación también participó el secretario general adjunto de Foment del Treball Nacional, Salvador Guillermo, que señaló la necesidad de incorporar la competitividad fiscal en el análisis de competitividad. Así, indicó que “las reducciones y bonificaciones en el impuesto del Patrimonio, y de Sucesiones y Donaciones” y “la creación de impuestos propios” son los elementos que “explican en gran parte los diversos niveles de competitividad fiscal”.
Según el presidente del Consejo General de Economistas, “estamos ante circunstancias excepcionales que justifican que la Unión Europea haya activado la cláusula de excepcionalidad en el cumplimiento de las normas de déficit público”.
No obstante, según Pich, “en breve, previsiblemente, volverán a funcionar las reglas fiscales, viéndonos obligados de nuevo a reducir el déficit y cumplir con el pacto de estabilidad y crecimiento”.