La mascarilla también será obligatoria en el interior de los restaurantes y bares de Madrid y se ampliará a 6 las personas que puedan sentarse en la misma mesa de las terrazas. Son las nuevas medidas con la que el Gobierno regional pretende frenar la expansión del coronavirus en Madrid, que presenta una incidencia cercana a los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, aunque parece que disminuyen los casos.
Así lo ha avanzado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al sector de la hostelería. Las medidas se decretarán este viernes y están centradas en intentar "compensar las horas perdidas por el adelanto del toque de queda".
Todo ello junto al estudio de volver a retrasar en cuanto se pueda, y los datos de incidencia mejoren, el toque de queda a las doce de la noche, para que el sector de la restauración y de la cultura puedan mantenerse abiertos hasta esa hora.
Aumentan los ingresos -hay más de 700 pacientes covid en UCI-, suben los fallecidos, pero por primera vez desde el puente de la Constitución bajan los contagios. Enero ha sido uno de los peores meses desde el inicio de la pandemia.
Fernando Prados: "En el Zendal hemos sustituido la intimidad por la compañía y los pacientes salen contentos"
De mantenerse esta tendencia, dice Fernando Prados, el Zendal no tendría que abrir su tercer pabellón. El número de pacientes de coronavirus ingresados en el Hospital Enfermera Isabel Zendal supera por primera vez el medio millar, al alcanzar hoy la cifra de 530 frente a los 465 del pasado lunes.
"A través de Salud Pública, constatamos que los contagios van descendiendo. Esperemos que en una o dos semanas veamos ya menos ingresados y bajar el número de pacientes en las UCI”, ha dicho en Onda Madrid.
Pero insisten los expertos en que ese descenso aún no se nota en la presión asistencial, con las UCIs a punto de llegar al límite, y vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de un confinamiento domiciliario.
Así lo ha manifestado, el epidemiólogo Daniel López Acuña, en declaraciones a Buenos Días Madrid. “Estamos en situación de una incidencia de gran magnitud y con la cepa británica que a finales de mes será dominante –explica- Yo abogaría por un confinamiento domiciliario por 3 0 4 semanas para recudir la incidencia. Está en un 40% más que lo que tendría que ser por la seguridad sanitaria”.