El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha señalado este lunes que el incendio declarado el sábado entre los municipios abulenses de Navalacruz y Cepeda de la Mora ha arrasado hasta el momento "no menos de 12.000 hectáreas". Cuatro dotaciones terrestres de Bomberos de la Comunidad de Madrid y un helicóptero bombardero de agua está ayudando en el control y extinción del fuego.
Suárez-Quiñones, que ha acudido al Puesto de Mando Avanzado (PMA) ubicado en Tornadizos de Ávila, junto al delegado del Gobierno en la Comunidad, Javier Izquierdo, ha asegurado que, si no cambia la situación, se prevé la "estabilización general del perímetro", de unos 80 kilómetros, "en las próximas horas", aunque eso no significa el control de un fuego.
Este incendio se declaró a las 10.44 de la mañana del pasado sábado entre Navalacruz y Cepeda de la Mora, a la altura del kilómetro 38 de la N-502 (Ávila-Córdoba), donde comenzó a arder un coche, y desde ese punto las llamas se extendieron hacia el monte cercano, causando el incendio más grave de este fin de semana en España.
Esta situación, agravada por las altísimas temperaturas, un viento calmante y la práctica ausencia de humedad, contribuyeron a la rápida expansión de unas llamas, que provocaron la evacuación de cerca de 1.000 personas de ocho núcleos de población de tres municipios.
En este sentido, el consejero ha señalado que desde la Junta no se van a "precipitar en el realojo" hasta que no exista una "absoluta y total seguridad" de que la población de esas localidades no corren peligro. "En las próximas horas esperamos una estabilidad general del perímetro y después se valorará", ha explicado Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien ha precisado que esa circunstancia implica que el perímetro "quede cerrado y sin llama", no que esté controlado.
El delegado del Gobierno en Castilla y León, que al igual que el consejero ha subrayado la "coordinación" de todas las administraciones en el operativo, ha señalado a los periodistas que en la actualidad trabaja en la zona un dispositivo de 1.000 personas, de las cuales 400 son medios del Estado, 303 de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Al respecto, ha señalado que, junto al amplio despliegue de la Junta, que ha contado con la colaboración de medios de Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha y Extremadura, el Gobierno cuenta ahora con trece aeronaves tratando de controlar el fuego.
Asimismo, ha agradecido el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como de los vecinos y alcaldes, que se han convertido desde el sábado en una "pieza fundamental" para poder luchar contra este gran incendio.
Según ha explicado el consejero de Fomento y Medio Ambiente, tras dos días en los que la situación ha sido muy difícil, este lunes se ven las cosas con "otra perspectiva", ya que "hay un cierto control del perímetro" y una "paralización" de la cabecera del incendio esta noche en la N-403 (Ávila-Toledo).
De no haber sido así, el titular de Fomento y Medio Ambiente ha señalado que "si las llamas pasaban" la carreteras, el fuego "tenía campo libre para progresar rápidamente".
Además de haber conseguido un "cierto control del perímetro" del incendio, Juan Carlos Suárez-Quiñones ha hablado de una "estabilización" de la que ha dicho que "se escapan" dos puntos: un tramo del flanco norte y dos tramos del flanco sur. En este último es en el que se está actuando "especialmente" con medios aéreos y cuadrillas, teniendo en cuenta que las llamas avanzarían hacia el Valle del Alberche, donde se encuentran varias poblaciones.