Este viernes se conocerá qué va a pasar con la segunda dosis de la vacuna Astrazeneca ya administrada a menores de 60 años. Una decisión que tendrá que tomar la Comisión de Salud Pública.
Mientras tanto, las farmacéuticas pisan el acelerador para producir más vacunas. Lo hace por ejemplo Moderna, que duplicará su capacidad de fabricación, en un laboratorio de San Sebastián de los Reyes.
Moderna ha anunciado que está asumiendo nuevos compromisos de financiación para aumentar en sus instalaciones de fabricación propias y las asociadas el suministro de vacunas contra el coronavirus, esperando llegar hasta las 3.000 millones dosis en el año 2022.
Moderna en Sanse
La compañía utilizará su saldo de efectivo para financiar estas inversiones, las cuales permiten duplicar la fabricación de sustancias farmacéuticas en Lonza (Suiza), así como de formulación, llenado y acabado y fabricación de sustancias farmacéuticas en las instalaciones de Rovi en España.
"A medida que seguimos la rápida propagación de las variantes preocupantes del SARS-CoV-2, creemos que seguirá habiendo una necesidad significativa de nuestra vacuna de ARNm Covid-19 y nuestras variantes candidatas de refuerzo en 2022 y 2023. Por ello hemos anunciado que nuestras inversiones en Europa, incluyendo España, Francia, Bélgica y Suiza, que nos permitirán administrar hasta 3.000 millones de dosis en 2022", ha dicho el director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel.
Mezcla, refuerzo y menor dosis
Se espera que el suministro se beneficie del cambio a una mezcla de productos de menor dosis, incluyendo posibles vacunas de refuerzo para variantes y dosis de vacunas primarias pediátricas. Además, la empresa ha aumentado su previsión de suministro para 2021 a entre 800 y 1.000 millones de dosis y ha anunciado datos que respaldan una fórmula estable durante 3 meses en refrigeración (2-8░C).
Moderna cree que esta inversión para aumentar la oferta es necesaria debido a que se espera requerir vacunas de refuerzo a partir del año 2022. Y es que, según los estudios publicados, la disminución de la inmunidad afectará a la eficacia de la vacuna en un plazo de 12 meses, las variantes pueden provocar infecciones entre los que ya están infectados o vacunados.