A Álvaro de Luna, un universitario madrileño reconvertido a la escena casi por casualidad, le gustaba que le llamaran Algarrobo, igual que su papel de la serie de televisión "Curro Jiménez" por el que será siempre recordado, aunque él hubiera querido ser galán o interpretar papeles "intelectuales".
"Nunca me llamaron para hacer de intelectual ni para gustar a las mujeres, sino para los papeles que morían despeñados por escaleras", se lamentaba entre risas el actor hace unos años en la entrevista en profundidad que concedió a la Academia de Cine para su programa "Nuestra memoria", el archivo que mantiene vivas a las leyendas del cine español.
Nacido en Madrid el 10 de abril de 1935, se licenció en Medicina, pero "para suerte de los españoles" no ejerció nunca sino que "por dinero" empezó a hacer pequeños trabajos para el cine hasta que debutó como actor en la película "La máscara de Scaramouche" (1963), de Antonio Isasi-Isasmendi, que fue quien le enseñó a "amar el cine".
Hoy ha muerto en Madrid, tras agravarse un cáncer de hígado que sufría, y sus restos mortales serán incinerados, según han indicado a Efe fuentes de su familia.