Francisco José Sanz González de Martos, conocido como Paco Sanz, ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía al reconocer que estafó más de 250.000 euros a miles de personas fingiendo tener más de 2.000 tumores, con lo que acepta una condena de cárcel de dos años de cárcel frente a los seis que se pedía y una multa de 9 meses con cuota diaria de 8 euros.
El acuerdo incluye el reconocimiento de hechos, pero no alcanza la responsabilidad civil al no alcanzarse un pacto en este aspecto con las acusaciones particulares.
Mañana están citadas las partes para la segunda sesión de la vista en la que se escuchará a algunos rostros populares que fueron estafados, entre ellos al actor Santi Rodríguez y a Pedro García Aguado, conocido por el programa 'Hermano Mayor'.
Paco Sanz ha llegado sobre las 9.45 horas a esta sede judicial acompañado de su letrado y visiblemente desorientado. El abogado de su expareja, el letrado Alberto Martín, ha afirmado que la joven es "una víctima" al creer que estaba enfermo.
También se ha rebajado a un año y nueve meses la petición de condena para Lucía C. En su comparecencia, la acusada ha reconocido que ayudó a su entonces pareja a recaudar fondos para sus viajes a Estados Unidos porque confiaba en él.
En su declaración, Paco Sanz ha explicado a preguntas de su letrado que recibió un tratamiento experimental en Estados Unidos para tratar el 'Síndrome de Cowden' que sufre, recibiendo ayudas de su familia, amigos y donaciones de terceras personas para sufragar los gastos de los viajes.
Así, ha relatado que necesitaba ayuda económica al recibir una pensión de algo más de 500 euros por su invalidez, indicando que no sabe a cuanto ascendía la cantidad de dinero de las donaciones recibidas y que se correspondería con el dinero estafado.
Tras concluir la primera sesión, el abogado de la expareja ha detallado que el acuerdo se ha alcanzado para eliminar riesgos, siendo la pena mínima marcada por la ley, y ha recalcado que su clienta le ayudaba por encima de todo al asegurarle Paco Sanz que se iba a morir