El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha respaldado en Libia el proceso de transición del país, un apoyo a esa estabilidad que se escenifica con la reapertura de la Embajada española, cerrada desde hace 7 años. Sánchez busca además oportunidades de negocio en Trípoli y ha viajado acompañado por una delegación empresarial.
El presidente del Gobierno llega a Libia en plena crisis diplomática con Marruecos. La salida del líder del Frente Polisario Brahim Ghali a Argelia no ha tenido el efecto esperado. A Sánchez le acompaña la Ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que está en el objetivo de la oposición por su gestión en esa crisis.
El PP y la lealtad
El Partido Popular insiste en su dimisión y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo ha enviado este mensaje a Pablo Casado: “Que ayude a su país que de vez en cuando se lo tenemos que recordar”.
Pablo Casado que ha viajado este jueves a Ceuta para conocer la situación de primera mano responde que “nuestra actitud ha sido leal porque hemos avisado de que prácticamente desde hace una año estaba faltando lealtad dentro del propio Gobierno de España. El PP ha sido más leal con el Gobierno de Sánchez que varios ministros de su gobierno”.
Silencio por ahora
Mientras, Marruecos permanece en silencio, pero se temen sus próximos pasos como una posible expulsión del embajador español en Rabat o la suspensión de la cooperación con España en materias tan sensibles como la lucha contra el narcotrafico y el yihadismo.
“Desde luego tenemos que tener una respuesta como país, para demostrar que a España no se la chantajea, que con España no se juega y que desafiar a España es desafiar a Europa”, ha dicho la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.
Según datos del Ministerio, la inmigración irregular se duplica hasta mayo, sin incluir las avalanchas de Ceuta que multiplicarían por dos la cifra.