El presidente del Gobierno ha reunido este lunes en el Palacio de la Moncloa a medio centenar de ciudadanos, para el inicio del curso político. Un acto perfectamente guionizado en todas las intervenciones.
Se ha dado la palabra a cinco personas pero Sánchez no ha contestado preguntas, ha hecho una intervención anunciando el subsidio de paro para las empleadas de hogar y ha cargado contra quienes critican su gestión.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha instado a combatir la idea de que hay "voces del poder económico" que no se presentan a las elecciones pero que son las que "influyen y deciden sobre las leyes y las políticas que se ponen en marcha", y ha subrayado que en su caso defiende el "interés general".
Sánchez ha hecho estas declaraciones durante un acto celebrado en el Palacio de la Moncloa para iniciar oficialmente el curso político acompañado de medio centenar de ciudadanos, de los cuales cinco han tomado la palabra para expresarle sus inquietudes, tras varios años haciéndolo en Casa de América rodeado de grandes empresarios.
Unos empresarios contra los que ha cargado en su discurso, al señalar que las grandes empresas tienen derecho a defender sus "intereses legítimos", pero que la labor del Gobierno es "elegir" aunque sus decisiones no gusten "en algunas esferas".
"Elegir también implica que nos situemos del lado de la clase media trabajadora, que es el 95 % de nuestra sociedad, y defender el interés general frente a los intereses particulares y minoritarios, por muy poderosos que sean", ha añadido.
Este contraste de modelos queda patente en el lema escogido por el PSOE para el nuevo curso político, "El Gobierno de la gente", pero también en el lema que estrena La Moncloa y que ha estado presente en el acto de este lunes: "Gobernamos contigo". Y es que Sánchez ha aprovechado la presencia de decenas de ciudadanos en la sede del Gobierno para reivindicar una vez más la "política útil" y advertir de la percepción que hay en algunas sociedades democráticas de que "se elige a quien gobierna pero no a quien manda".
"Debería ser la máxima prioridad de las fuerzas políticas luchar contra esa idea de que en último término algunas voces de poderes que no se presentan a las elecciones son las que influyen y deciden sobre las leyes y sobre las políticas que se ponen en marcha desde el Poder Ejecutivo y que esas voces del poder económico están por encima del poder que mana del voto democrático", ha comentado.
También ha criticado a aquellos poderes económicos que "creen que tienen el derecho innato a monopolizar y condicionar el debate en la esfera pública" con los temas que plantean.Por otro lado, ha reconocido que estamos viviendo un tiempo "complejo", "difícil" y con "incertidumbre", primero por la pandemia del coronavirus y ahora por las consecuencias de la guerra en Ucrania, pero ha pedido no caer en el "miedo, la desconfianza ni el desánimo" porque asegura que los fundamentos de la economía española son "sólidos".
"Lo peor que podemos hacer ante esta situación es dejarnos llevar por un discurso fácil de presagiar el desastre", ha comentado en alusión al PP.
En este sentido, ha dicho que frente a los "profetas de catástrofes y profecías que aspiran a autocumplirse" hay que "mirar los datos y la realidad en su amplitud", y no "poner paños calientes ante una situación muy compleja" pero tampoco "abonar el discurso del miedo" ni caer en el "catastrofismo".
En su intervención, centrada en la economía y el medioambiente, Sánchez ha reafirmado su compromiso de subir el salario mínimo hasta el 60% del salario medio en esta legislatura y ha recalcado su labor a favor de una "transición económica justa".
Para ello, aspira a convertir España en una potencia exportadora de energía verde para así evitar, además, tener que "comprar petróleo ni gas a ninguna otra economía".