Polémica en San Lorenzo del Escorial: niños sin patio por decisión de Patrimonio en La Bolera
- Patrimonio Nacional ha decidido recuperar el espacio cedido al centro escolar para destinarlo a otro uso
- Lo que antes era un lugar vallado y seguro para el recreo de los niños, ahora alberga el centro de recepción de visitantes del Real Sitio
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Foto: Telemadrid
En San Lorenzo del Escorial, una decisión de Patrimonio Nacional ha desatado una polémica: los niños del Colegio Integrado de Música Padre Antonio Soler se han quedado sin su patio en el Parque de La Bolera.
Este espacio, vallado y seguro, era usado para el recreo hasta diciembre de 2024, cuando se transformó en el nuevo Centro de Recepción de Visitantes del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
El Parque de La Bolera: De patio escolar a centro de visitantes
Desde diciembre, los estudiantes han sido reubicados en la lonja frente al Monasterio de San Lorenzo, una explanada empedrada que ha generado el malestar de padres y alumnos por igual.
Hasta hace unos meses, el recreo era sencillo: los niños salían por una puerta del colegio, bajaban unas escaleras y accedían al Parque de la Bolera. Sin embargo, tras la decisión de Patrimonio Nacional, la nueva rutina implica salir del centro, bajar por la calle Grimaldi, cruzar un paso de peatones y llegar a la lonja, un espacio abierto y visible para los turistas que visitan el monasterio.
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¿Por qué los niños del Padre Soler ahora juegan en la lonja?
Aunque el traslado cuenta con medidas como la presencia de policía para regular el tráfico en el paso de cebra, las quejas no se han hecho esperar. "Los niños tienen que cruzar la carretera y hace muchísimo frío en la lonja", lamenta un alumno, añadiendo que prefería el antiguo patio de la Bolera.
Reacciones de padres y alumnos frente a la decisión
Los padres, por su parte, también expresan su indignación: "Es fatal, tienen que cruzar la calle y no es seguro", comenta uno de ellos, mientras otro señala que "lo han cerrado y nos han dejado sin nada".
La exposición al frío y la necesidad de atravesar una vía con tráfico, a pesar de las precauciones, son las principales críticas a esta nueva ubicación.
Ante esta situación, el colegio está negociando con un centro cercano para intentar compartir su patio, aunque por ahora no hay una solución definitiva.
