Polémica tras la sentencia europea que avala las devoluciones en caliente
M. J. ESPEJO
Crece el debate tras el fallo de la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, avalando las denominadas devoluciones en caliente, y que supone un giro de 180 grados sobre sus fallos anteriores.
Una decisión que celebra la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, en Buenos Días de Telemadrid, porque dice que ha dado la razón a la postura del Partido Popular y la actuación del ejecutivo que entonces presidía Mariano Rajoy.
Posturas encontradas en el Gobierno
El Gobierno asegura que respeta el fallo, pero mientras la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, dice que es positiva, porque clarifica lo que pueden hacer y cómo las Fuerzas de Seguridad del Estado, la responsable de Trabajo, Yolanda Díaz, dice que se refiere a un caso concreto, no al conjunto de las devoluciones en caliente, y que no la comparte.
Porque desde Podemos dicen que el fallo es inadmisible y estas devoluciones son, a todos ojos, inhumanas e ilegales. Ciudadanos pide que se regule la inmigración, y el presidente de Vox, Santiago Abascal, afirma que estas devoluciones deben producirse "en caliente, en templado y en frío". Y que cualquiera que sea descubierto ilegalmente en territorio español debe ser expulsado.
Un fallo que rechazan desde la progresista Asociación Juezas y Jueces para la Democracia, que pide al Gobierno que a pesar de este fallo derogue la regulación de las devoluciones en caliente, amparadas por una disposición de la llamada ley mordaza. Por contra, la Asociación Pro Guardia Civil la recibe con satisfacción y dice que supone un espaldarazo a sus actuaciones en Melilla y Ceuta.