En lo que va de año, más de 32.000 personas han llegado hasta nuestras costas. España recibe el 43% de la inmigración de todo el Mediterráneo. Los sindicatos de las fuerzas de seguridad denuncian que están desbordados y reclaman más medios para afrontar, dicen, la peor crisis migratoria desde la de los cayucos en 2006.
La Policía Nacional ha presentado este viernes diez nuevas furgonetas con sistemas novedosos en España para mejorar su "versatilidad" a la hora de establecer controles fronterizos. En un principio se desplegarán en el arco sur de España para contribuir a la lucha contra la inmigración irregular, aunque también podrían usarse ante una eventual alerta por amenaza terrorista.
"El objetivo es poder desplegarse más rápido y tener la versatilidad de ir a cualquier sitio y establecer un control de fronteras las 24 horas del día", ha explicado Fernando Alonso Avilés, comisario jefe de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales.
En consecuencia, España estudia llevar al Consejo Europeo del 20 de septiembre en Salzburgo (Austria) la propuesta de que por cada devolución de un inmigrante ilegal se acepte a otro legal de la misma nacionalidad para formarlo y que vuelva después a contribuir al desarrollo de su país, según el secretario de Estado para la Unión Europea, Luis Marco Aguiriano Nalda.
"Estamos barajando, todavía no hemos formalizado la propuesta, el presidente del Gobierno (Pedro Sánchez) la está estudiando, de que por cada inmigrante ilegal que devolvamos a un país de origen nos manden un inmigrante legal que formaríamos", avanzó Aguiriano en una entrevista con Efe en la residencia del embajador de Francia.
"Se está trabajando muchísimo en buscar soluciones para intentar racionalizar, organizar y sobre todo colectivizar la responsabilidad sobre este tema en toda Europa", ha asegurado Aguiriano Nalda.