Una de las principales zonas sensibles de cara a la reunión de la Alianza Atlántica será el aeropuerto de Madrid. Por Barajas entrarán muchos miembros de delegaciones. Se ha preparado un plan de estricta vigilancia para detectar explosivos. Con perros y robots.
La Guardia Civil también controlará las armas. Ningún escolta de ninguna delegación introducirá en España la suya sin autorización. Y desde una sala de control unificada se tomarán las decisiones.
Vigilancia en las terminales y vigilancia en las pistas y el espacio aéreo para detectar e inutilizar drones. Son amenazas junto a los ciberataques que no existían hace años y que pueden poner en jaque cualquier infraestructura crítica.
Casi 10.000 policías nacionales y guardias civiles han entrado este viernes en la fase de alerta.