El ritmo de contagios sigue creciendo en toda Europa. En Reino Unido con unos niveles sin precedentes. Un escenario que ha movido al Gobierno británico de Boris Johnson a decretar restricciones mucho más duras.
Los hospitales británicos, colapsados. Ayer registraron el mayor número de contagios en un día, más de 50.000, con la variante británica del virus extendiéndose hasta un 70 por ciento más deprisa.
"Lloro cuando llego a casa, un montón, y tengo problemas de sueño", dice una enfermera del Hospital St. Georges de Londres. "El primer lunes después de Año Nuevo ha sido el peor de mi vida. He visto más pacientes que nunca", dice otra sanitaria.
Tercer confinamiento
El Gobierno británico ha decretado un nuevo confinamiento hasta mediados de febrero, el tercero desde que empezó la pandemia.
Quédense en casa, ha pedido el primer ministro británico. Pide no salir salvo por razones sanitarias o de aprovisionamiento y teletrabajar siempre que sea posible. También se cierran universidades y colegios, que darán las clases de forma telemática. Todo ello cuando se ha iniciado la vacuna con una tercera fórmula, la de la Universidad de Oxford.
Alemania se prepara también para prolongar el actual confinamiento hasta el 31 de enero, con cierre de colegios, hostelería y tiendas no imprescindibles. Cuando se está a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento apruebe el miércoles la vacuna de Moderna, la segunda en la Unión Europea.