Rodrigo se fue a Irán a entrenar a un equipo de futbol, pero un cambio en el club le dejó sin trabajo. Lleva desde el 21 de diciembre retenido en aquel país por las trabas burocráticas del régimen iraní y, asegura, sin ayuda de la embajada española.
Este viernes, Día de Reyes, ha podido realizar una videollamada con su familia. Su mujer y sus hijos le esperan en casa. Él está en un hotel de Teherán esperando que se resuelva el proceso que le permita regresar.
Dos semanas sin poder abandonar Irán. El caso de Rodrigo, aunque distinto en su origen, se suma al de otros españoles retenidos por las autoridades iraníes. Santiago Sánchez y Ana Baneira esperan también que su situación se aclare y que la delegación española consiga su repatriación.
En el caso de Rodrigo, este ha mostrado su enfado con la Embajada de España de la que dice que se "ha lavado las manos". La solución a su situación podría venir de la ayuda que está recibiendo de su antiguo club y ciudadanos particulares, para poder lidiar con la farragosa burocracia iraní.