No es habitual que una comunidad de propietarios tenga desfibrilador. De hecho, es la primera vez que se usa en este entorno y el resultado es que gracias a contar con este aparato un hombre ha salvado la vida en el inmueble donde vive.
Se trata de un vecino de Barajas de 74 años que sufrió una parada cardiorespiratoria y que se recupera satisfactoriamente en el hospital Ramón y Cajal.
El hombre, que al parecer iba a recoger una lavadora con un compañero, se desplomó frente a la conserjería de la comunidad. Alertados por los gritos, acudieron el conserje y una vecina. La mujer paró a una patrulla de la Policía Municipal que pasaba en ese momento por la calle. También avisó a una enfermera.
Ademas de realizar el masaje cardíaco, utilizaron el desfibrilador ubicado en la conserjería. Cuando llegó el Samur ya habían realizado una descarga.
El hombre se recupera en el hospital Ramón y Cajal. La cadena de supervivencia, desde el primer aviso de los vecinos y la existencia del desfibrilador le han salvado la vida.
Era la primera vez que se usaba el desfibrilador instalado por los vecinos el pasado verano. Un aparato que no es obligatorio tener en los espacios privados. Ahora esperan al servicio técnico para poder volverlo a utilizar si hubiera otra emergencia.