El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, continúa abierto a una posible modificación del delito de malversación en el Código Penal, aunque ha pedido esperar a la tramitación de enmiendas a la proposición de ley presentada por PSOE y Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados para derogar el delito de sedición.
Al ser preguntado al respecto en repetidas ocasiones durante la rueda de prensa ofrecida en Bali (Indonesia) tras la celebración de la cumbre del G20, Sánchez en ningún momento ha negado que quiera tocar el delito de malversación.
Sin embargo ha reiterado que van a esperar a conocer el contenido de esas enmiendas y "se debatirá entonces", pero que ahora "no corresponde debatir sobre algo abstracto", ha apuntado.
Ha recordado que el Ejecutivo ha cumplido con su compromiso de homologar el delito de sedición a los países de nuestro entorno y que ese era el propósito de la iniciativa parlamentaria presentada por PSOE y Unidas Podemos y ha insistido en que hoy la situación en Cataluña es "infinitamente mejor a la de 2017".
"Lo que está haciendo el Gobierno es dar un paso más hacia la concordia entre catalanes", ha añadido Sánchez, quien ha subrayado que la política tiene instrumentos para superar conflictos, como es el diálogo; que la Constitución tiene instrumentos para defenderse ante ataques que la violenten, con el artículo 155; y que el Estado de derecho continuará teniendo instrumentos, homologables con las principales democracias europeas, para condenar este tipo de conductas si en el futuro se vuelven a dar.
Por tanto, ha remarcado, estos delitos continúan tipificados, "no se despenalizan, ni salen delitos del Código Penal".
El presidente ha insistido en que heredó "un problemón de convivencia" en Cataluña, con un parlamento que declaró unilateralmente la independencia y ha pedido al Partido Popular que "baje el tono y construya convivencia" ante lo que considera "una ausencia total de proyecto político" y una oposición centrada en el "insulto y las descalificaciones".