La vuelta a las aulas, tras la pandemia, ha marcado un punto de inflexión en la violencia en las aulas. Los profesores llevan tiempo advirtiendo de que el ambiente en los colegios es cada vez más tenso.
Se han multiplicado los conflictos y la salud mental de los jóvenes es cada vez más frágil. Ante el aumento de la conflictividad, los profesionales de la educación piden más medios y seguimiento profesional para que puedan cumplirse los protocolos.
Los docentes reclaman que las plantillas cuenten con especialistas que detecten situaciones problemáticas y las atajen. Y que haya una relación fluida entre profesionales de salud mental y centros escolares.
EL CASO FRANCÉS
Francia ha convertido el acoso escolar en una cuestión de Estado con un plan que recoge medidas como confiscar el móvil, prohibir el acceso a redes sociales o cambiar de colegio al acosador y no al acosado, como suele ocurrir.
La primera ministra, Elisabeth Borne, ha explicado que el objetivo es llevar todos los casos ante la justicia y excluir a los alumnos acosadores de las clases y de las redes sociales.
El plan del Gobierno tiene como telón de fondo la indignación social y las críticas al Ministerio de Educación que han provocado varios casos trágicos de acoso escolar que han acabado en suicidio.
Segú Borne, se trata de un "fenómeno masivo" que hay que denunciar en las escuelas y en las redes sociales, una de las vías de acoso más imparable de la actualidad.
Uno de cada diez alumnos cree que hay acoso escolar en su clase
El Gobierno tiene previsto formar a todos los adultos implicados en la educación de los menores.