El segundo juicio político, conocido en Estados Unidos como "impeachment", al expresidente Donald Trump comienza este martes en un Senado dividido que difícilmente le condenará por su responsabilidad en el asalto al Capitolio. Cien senadores ejercerán como jurado.
El primer día se dedicará a evaluar si este juicio político es constitucional, algo a lo que los legisladores dedicarán cuatro horas de debate, seguidas de un voto sobre el tema.
Una mayoría de expertos en la Constitución han opinado que el proceso es legítimo incluso si ya no puede resultar en la destitución de Trump, porque evalúa hechos que se produjeron cuando él todavía era presidente. "No hay una 'excepción de enero' en la Constitución, que permita a los presidentes abusar de su poder en sus últimos días (de mandato) sin rendir cuentas", argumentaron los "fiscales" demócratas en su documento de este lunes.
En una votación parecida a finales de enero, tan solo 5 de los 50 senadores republicanos votaron a favor de la constitucionalidad del proceso, lo que augura una absolución como desenlace final del juicio ya que serían necesarios al menos 17 para condenar a Trump.
Una vez que el Senado decida que el proceso es constitucional, algo para lo que solo necesitará una mayoría simple, el juicio político se retomará el miércoles con los argumentos de los fiscales y la defensa de Trump.
El proceso contempla que se pueda votar para llamar testigos o presentar evidencia adicional, aunque ese escenario es ahora incierto ya que alargaría un juicio que demócratas y republicanos quieren zanjar lo más rápido posible.
El proceso pasará a la historia en dos sentidos: porque convertirá a Trump en el primer presidente estadounidense que afronta dos juicios políticos -tras el celebrado hace un año por sus presiones a Ucrania-, y porque nunca antes se había sometido a un "impeachment" a un mandatario cuando ya no está en el poder.
"Se está pidiendo al Senado que haga algo patentemente ridículo: juzgar a un ciudadano privado en un proceso diseñado para expulsarle de un cargo que ya no ocupa", aseguraron este lunes los abogados que representan a Trump, Bruce Castor, David Schoen y Michael van der Veen.
En un largo documento de 78 páginas, los letrados pidieron desestimar el proceso contra Trump por considerarlo puro "teatro político" por parte de los demócratas, y tacharon de "absurda" la acusación de que el expresidente incitó el asalto al Capitolio.