El polémico episodio de la votación de la reforma laboral deja además efectos políticos colaterales en la formación Unión del Pueblo Navarro (UPN), cuyos dos diputados rompieron la disciplina de voto y desoyeron la instrucción que les dio su partido para apoyar el decreto de la reforma laboral del Gobierno de Sánchez.
La dirección de UPN les pide ahora que devuelvan el escaño, pero el asunto puede provocar la inestabilidad del gobierno municipal de Pamplona.
La decisión de estos dos diputados, Sergio Sayas y Carlos Adanero abre también una crisis en su formación, en Unión del Pueblo Navarro, donde muchos creen que “no pueden seguir en el partido”.
Con su ‘no’ Sergio Sayas y Carlos Adanero dejaron en papel mojado el acuerdo que la víspera había cerrado el presidente Esparza con Félix Bolaños: retirar una moción para reprobar al alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y votar a favor de una partida de 27 millones de euros.
Los diputados dicen que hasta diez minutos antes de la votación nadie de su partido se había puesto en contacto con ellos mientras que el presidente de quiere que entreguen el acta y ellos se niegan
Dice Esparza que “es una jugada rara que no se puede permitir ningún partido” y que no solo se han saltado la disciplina de voto, sino que les han engañado.
El PSOE va más allá y acusa al PP de todo. Sayas y Adanero fueron elegidos en la coalición Navarra Suma, formada por su partido junto con PP y Ciudadanos. Forman parte del Grupo Mixto.