España es uno de los países europeos en el que menos se confía en la justicia. Lo dice un informe de la Comisión Europea que coloca a nuestro país entre los últimos en independencia judicial.
Sólo el 34% de los españoles tiene una buena percepción de la independencia de magistrados y tribunales.
Con estos datos, España se coloca en la cola de Europa solo por detrás de Croacia, Polonia, Bulgaria y Eslovaquia y lejos de la media europea.
En el lado contrario se sitúa Finlandia o Dinamarca con más de un 80% de aprobación sobre la independencia de su sistema judicial.
La interferencia o presión del gobierno y los políticos es la principal razón que esgrimen los españoles para ver a la justicia como no independiente.