Una niña de 11 años recibirá la próxima semana el alta en el Hospital Vall d'Hebron tras haber logrado curarse de un caso grave de gripe A. Durante cuatro meses ha estado conectada a una máquina extracorpórea para mantenerla con vida. La paciente está ya sin ventilación mecánica y no ve el momento de volver a casa.
La joven ha pasado los últimos cuatro meses en este hospital, dos en la UCI. En mayo le detectaron una pulmonía que derivo en una gripe A y sus pulmones dejaron de funcionar. Fue un traslado complejo en la que la niña siempre estuvo conectada a la máquina.
El traslado de la joven desde Tudela hasta Barcelona fue complicado. Se necesitaron diez personas. Una operación que implicaba una máxima concentración y delicadeza en cada movimiento. "De no ser por el traslado, igual ya estaría muerta", ha subrayado este viernes su padre, Jesús Manuel, que confía en que el lunes Saray pueda salir de Vall d'Hebron y recuperar su vida: "Ya quiere empezar el colegio", ha dicho.
"Nunca me hubiese imaginado que esto le pudiera pasar a mi hija", ha admitido Jesús Manuel, camionero de profesión y que durante estos cuatro meses de ingreso ha podido seguir activo porque su empresa le pudo dar trabajo en Barcelona.