La atención pediátrica en los hospitales madrileños vuelve este miércoles a ser como antes del coronavrius y ya no estará centralizada en el Ramón y Cajal y el Niño Jesús. A partir de este miércoles se reabren las unidades para niños en toda la red sanitaria. Lo que sí cambia para evitar concentraciones de pacientes en los centros de salud es la Atención Primaria, con un refuerzo de las consultas no presenciales y las visitas a domicilio.
Zonas separadas
La sanidad madrileña se debate entre el obligado refuerzo de las UCI y la vuelta a la normalidad, una normalidad que trata de recuperar con la apertura de consultas, por ejemplo, las de la atención pediátrica que desde este miércoles se volverá a prestar en todos los hospitales madrileños.
Además, se procurará mantener separadas las zonas de atención a la población infantil de los usuarios adultos, más vulnerables al coronavirus, para evitar una posible transmisión.
A la vez la Atención Primaria se reorganiza, el objetivo es evitar concentraciones de pacientes, porque mantener la distancia sigue siendo la mejor receta para evitar contagios.
No olvidar lo que ha pasado
Los médicos y sanitarios no quieren que se olviden las imágenes del debate entre la vida y la muerte de las miles de personas que han pasado por las Unidades de Cuidados Intensivos. Tampoco los esfuerzos que todos los sanitarios han realizado en estos dos últimos meses.
El personal de los hospitales tiene miedo. Piden a los ciudadanos que no se relajen y que cumplan estrictamente todas las medidas del plan de desescalamiento. “Todos tenemos ganas de abrazarnos, de tocarnos, pero hay que ser más ‘japoneses’, hay que recordar que esto no es un juego y que nos estamos jugando mucho con la enfermedad que tienen consecuencias drásticas”, advierte David Pestaña, jefe de Anestesia del Hospital Ramón y Cajal.
Irresponsabilidad temeraria
Calles llenas de gente, botellones, reuniones de grupos, son las imágenes que hacen saltar las alarmas, también entre los más vulnerables, los ancianos y algunos piensan que “la gente se lo está tomando un poquito a la ligera”
Lavarse las manos a conciencia y mantener la distancia de seguridad son sólo algunas de la armas para impedir el contagio, dicen los médicos del Hospital Ramón y Cajal que han visto “con asombro y perplejidad” las imágenes de ciudadanos en la calle incumpliendo claramente la distancia social. Recuerdan que es “una irresponsabilidad” porque el virus no se ha ido y puede haber rebrotes.
Poco a poco la presión se va reduciendo y hoy todos los hospitales reabren los servicios de urgencias pediátricas y en los centros de atención primaria se va potenciar la atención telefónica.