Según una encuesta de la agencia IPSOS, los cánones de belleza clásicos se están quedando anticuados.
Cada vez se le da más importancia y más énfasis a estar bien con nosotros mismos, estar a gusto o a la belleza interior. Tanto la nuestra cómo a la hora de fijarse en alguien.
La felicidad, la amabilidad y la dignidad es lo que nos hace vernos más guapos y ver más guapos a los demás. Por otra parte, hay gente que admite que el físico es lo primero que ves de una persona y que es innegable que es lo primero en lo que se fijan.
Según las encuestas, el prototipo de hombre es moreno, ojos verdes y en torno al metro ochenta, el prototipo de mujer, rubia, ojos azules y más de un metro setenta de altura.