Primero nos fijamos en la calidad y luego el precio. Así compramos alimentos los españoles. Dos de cada tres se fijan en la información nutricional del producto. Además, se ha perdido también el miedo a comprar comida por Internet. Ya lo hacen 8 de cada 10 consumidores.
Seis de cada diez reconocen que comen comida caducada porque consideran que por unos días no hay efectos perjudiciales para la salud.
Basta con hacerse esta pregunta, pero la realidad es que los españoles comemos menos sano de lo que nos creemos.
Eso si, crece el interés por lo que consumimos. Lo que más nos preocupa, el contenido en azúcares por delante de las grasas o la sal.
A la hora de comprar, el 45% elige calidad por delante del precio.
Apenas un 1% se deja llevar por la marca. Además, en 2019 ha crecido el número de españoles que no le importa consumir productos caducados a pesar del riesgo para la salud. El sector denuncia falta de información.
Seguimos confundiendo la fecha de caducidad con la de consumo preferente.