Los forenses que examinaron el cuerpo de Diana Quer afirman que las lesiones que se hallaron en los huesos de su cuello indican que fue estrangulada usando una brida, y no con las manos, al tiempo que han apuntado que en la corredera de esta herramienta "quedaron atrapados pelos" de la víctima.
En la octava sesión del juicio por el crimen de Diana Quer, los forenses que examinaron el cadáver han admitido que, en medicina, "nada es al 100 por cien", pero se han reafirmado en varias ocasiones en que estas lesiones son "más compatibles con el uso de la brida". En particular, los forenses han indicado que Diana Quer tenía roto el hueso hioides del cuello, lo que indica una fuerte presión "de adelante hacia atrás", y no del modo en que el acusado dijo que agarró "accidentalmente" el cuello.
Del mismo modo, el equipo que hizo la autopsia ha precisado que la fractura del hueso hioides no es condición para la muerte, si no que lo que se requiere es una presión "continuada", de, al menos, cinco minutos, lo que también desmontaría que fuese accidental.
En cuanto a la posibilidad de que El Chicle llegase a romper el cuello a la joven durante el ataque, con lo cual la muerte sería inmediata, todos los forenses han descartado por completo. "Romper el aparato ligamentoso de una persona viva, más joven, de forma manual, es muy difícil", ha dicho Fernando Serrulla, "se necesitan 20 veces la fuerza de una persona normal". Del mismo modo, ha ratificado la fuerza que tiene esta herramienta: "Con una brida se puede matar a una vaca".
Diana tenía un edema importante compatible con acto sexual violento
Diana Quer presentaba en su área genital un "edema importante", concretamente en los labios mayores, hinchazón compatible con un acto sexual con violencia, tal y como ha explicado en la octava sesión de la vista oral el jefe del servicio de Patología del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), José Blanco Pampín.
Este especialista tendría que haberse encargado de la autopsia inicial al cuerpo de la joven madrileña asesinada en agosto de 2016, pero se encontraba de baja laboral y por ello su papel fue posterior, cuando la Audiencia Provincial de A Coruña ordenó, al atender la petición de la familia de la víctima, revisar y aclarar algunos aspectos de la misma.
Este proceso se hizo principalmente en base a las fotografías tomadas y precisamente en el reportaje de la Guardia Civil en la sala de autopsias se apreció ese "fenómeno vascular" compatible, ha dicho Blanco Pampín, con un acto sexual con maniobras "repetidas con cierta violencia".
Discrepancias entre los forenses
En relación a esto, el equipo que realizó la autopsia ha afirmado que "no se encontraron" lesiones genitales, aunque han admitido que esto no quiere "decir nada". "Si las encontrásemos, podríamos decir qué ha pasado, al no encontrar nada, no podemos descartarlo", ha dicho uno de los forenses, Alberto Fernández.En su opinión, lo mas "razonable" es que esa hinchazón se debiese al agua, teniendo en cuenta que todo el cuerpo estuvo sumergido 500 días. Los forenses del equipo que hizo la revisión, sin embargo, se han aferrado a que la lesión es "idéntica a la que se observa en víctimas vivas" y han aludido a la protección de la piel ante el agua.
Demostrar que el único procesado en este caso, José Enrique Abuín, el Chicle, violó a Diana Quer es para las acusaciones, particular y Ministerio Fiscal, algo fundamental, porque de ello puede depender que la condena sea la de prisión permanente revisable.
La defensa ha sostenido hasta ahora la baza de la inexistencia de vestigios biológicos que acrediten este abuso.