En el Madrid vaciado, en los pueblos, han tenido que reinventarse por la pandemia del covid-19.
Sus pequeñas tiendas se han adaptado a la nueva situación. Los pedidos personalizados y a domicilio a sus vecinos y alrededores les han salvado de tener que cerrar.
Más seguridad y calidad
A raíz del coronavirus, compramos y compraremos más por Internet. El 8% ha comprado alimentación por intentar por primera vez durante el estado de alarma.
Entre otros factores, la seguridad, la cercanía y la calidad del servicio que ofrece el comercio de proximidad han hecho que los ciudadanos vuelvan a experimentar los beneficios de la tienda de su pueblo.